Nuestra Bodega

Sus vinos proceden de viñedos propios y de proveedores fijos controlados, con viñedos de alta calidad, parte de los cuales superan los 50 años de edad.
Para obtener la máxima expresión del fruto, en bodegas Florentino Martínez, se realiza un minucioso seguimiento del cultivo con una vendimia manual y selectiva.

Florentino Martínez comercializaba sus vinos en las pequeñas bodegas familiares de su propiedad hasta la construcción de la actual bodega en 1992, en Cordovín, con una planta de embotellado y una nave de recepción de vendimia y almacenaje.

La bodega ha ido modernizándose para dotarse de las más avanzadas tecnologías de elaboración: Depósitos con fermentación controlada, despalilladora, prensa de baja presión… finalizandose con la construcción de una zona social y una nave de barricas.

Alcanzar la máxima calidad en los vinos ha sido siempre el objetivo de Florentino Martínez. Así, a partir de sus afamados claretes y blancos, ha conseguido completar una amplia gama, cuya culminación la constituye su nuevo reserva Vendimia Seleccionada, que, a partir de 2001, se elabora en producción limitada los años cuya cosecha consigue la calificación excelente.

Conocer Bodegas Florentino Martínez es sumergirse en un relato que va más allá de la enología. Es recorrer los viñedos sabiendo que esas mismas tierras han sido testigo del nacimiento de un idioma y del perfeccionamiento de una tradición vinícola milenaria.

La historia de la bodega está estrechamente vinculada con los monasterios cercanos, especialmente con San Millán de la Cogolla, Cuna del Castellano. Durante siglos, los monjes de estos monasterios jugaron un papel fundamental en la conservación del saber y la producción de vino, transmitiendo conocimientos enológicos que han llegado hasta nuestros días. La bodega mantiene vivo este legado, elaborando vinos que rinden homenaje a esta tradición y a la historia del vino en Rioja.

Situada en Cordovín, localidad famosa por sus ‘claretes’, ha sabido mantener el espíritu de los vinos tradicionales mientras apuesta por la innovación. Bodegas Florentino Martínez recoge esta herencia histórica y la traduce en vinos que respetan el carácter de la tierra, con una elaboración meticulosa y un profundo respeto por la tradición.

Bodegas Florentino Martínez destaca por una cuidadosa selección de uvas y una meticulosa elaboración, dando lugar a vinos que capturan la esencia del territorio. La bodega cuenta con viñedos propios y colabora con proveedores de confianza, algunos con viñas que superan los 50 años de antigüedad. Estos viñedos han sido catalogados según sus características especiales para elaborar distintos vinos. Por ejemplo, el paraje ‘Carasol de Valdemerque’ se destina a la producción de la gama Distercio, crianza y reserva, que toman el nombre de los montes de la zona y que elabora únicamente los años de cosecha excelente.

Otra gama de vinos singulares es Florentius, blanco y rosado, un homenaje a la tradición y al arte cuyas etiquetas se inspiran en los artesanos que dieron vida a las miniaturas mozárabes del ‘scriptorium’ de San Millán. Un guion gráfico en la etiqueta rodea la botella arropando al vino con la película de un arte, una tradición vitivinícola y unos artistas que iluminaban de color los manuscritos de La Rioja.

Además de la gama de vinos jóvenes, la bodega elabora Tanka, un vino moderno con gran estructura y persistencia y un Tinto Maturana, un vino peculiar y muy original.